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POR GRACIA DE DIOS  (GRÂCE À DIEU/2018)

Dirección: François Ozon

 

La película se define como una ficción basada en hechos reales, o sea, los atroces delitos de abuso sexual a niños, perpetrados por el sacerdote Bernard Preynat, capellán y guía espiritual de los campamentos de verano de los scouts de San Lucas, en la Arquidiócesis de Lyon.

En junio de 2014, Alexandre Guérin (Melvil Poupaud) se entera que el Padre Preynat (Bernard Verley) ha regresado a Lyon, como encargado de la pastoral en varios colegios. Decidido a evitar más perversiones como las que él padeció, comienza a escribir, cartas que testimonian lo ocurrido, dirigidas al obispado. Alexandre se reúne con Régine Maire (Martine Ehrel) una psicóloga asistente, que escucha su relato de los hechos, y media entre él y el Cardenal Philippe Barbarin ( François Marthouret) Arzobispo de Lyon. Incluso, ella propone un encuentro con Preynat, donde el sacerdote reconoce la veracidad de las declaraciones de Alexandre y lo asume como una debilidad carnal hacia los jóvenes, que merece perdón y redención. Esta actitud conciliadora no conforma a Alexandre, quien sigue escribiendo, incluso a la Santa Sede, reclamando justicia. Su familia lo apoya incondicionalmente y él siente algún alivio al confesarles lo que tantos años había permanecido oculto.

En la segunda parte del film, la cámara pone el foco en François Debord (Denise Ménochet) quien al principio es reticente a revivir el horror, pero luego tendrá una participación activa en la formación de una organización, “La Palabra Liberada”, con el fin de atender a las víctimas del sacerdote, que cada vez son más, y llevar el caso a la justicia civil, informando a la prensa para su difusión. Es interesante observar la reacción de las madres de Alexandre y François. Mientras la de Alexandre le increpa por “revolver la mierda”, la de François conservaba una carpeta con cartas, en las que había recurrido al Obispo Barbarin, cuando su hijo le había confesado que Preynat lo besaba.

Por último aparece Emmanuel Thomassin (Swann Arlaud) el más vulnerable de los tres, con secuelas emocionales y físicas de la inaceptable y antigua vejación. Nunca se había animado a hablar, esperando que alguien tomara la iniciativa. Emmanuel también presenta su denuncia en la comisaría y tiene un careo con el sacerdote. Esta vez Preynat afirma que el Cardenal Barbarin sabía de su viciosa inclinación a los jóvenes. Barbarin encarna la rampante hipocresía de la Iglesia, que cierra sus filas para protegerse y llega a afirmar que los casos “gracias a Dios” prescribieron hace años.

El director François Ozon guía al espectador en la investigación de los hechos, con una narración lineal y algunos flashbacks, sin herir susceptibilidades y con absoluto respeto a las víctimas. El elenco lo acompaña con convicción y la dirección de fotografía de Manuel Dacosse atrapa en primeros planos la emociones y los opacos ambientes opresivos.

“Grâce à Dieu” junto con “Spotlight” (USA/2015) y “El Bosque de Karadima” (Chile/2015) son tres películas que sacan a la luz estos ocultos secretos de una institución tan poderosa, enterando a la opinión pública y colaborando para que se haga justicia.

 

Drama/137 minutos

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