LA RUEDA DE LA MARAVILLA (WONDER WHEEL,USA 2017)
DIRECCIÓN: Woody Allen
En su última película, Woody Allen regresa a la década del 50, en la playa de Coney Island. A los 82 años, el genial director, vuelve a su juventud.
Creador de imágenes imborrables en la memoria del cine, el plano inicial reconstruye con detalle de juguetería el lugar donde se desarrollará la acción.
Caroline (Juno Temple) hija de Humpty (Jim Belushi) llega a Brooklyn escapando de los mafiosos que la persiguen. Su padre, casado con Ginny (Kate Winstlet) la rechazan inicialmente. Viven cerca del parque de diversiones con el hijo del primer amor de Ginny, un pelirrojo piromaníaco que ocasiona muchos problemas.
El triángulo se desmorona con la irrupción de Mickey (Justin Timberlake) el apolíneo salvavidas de la playa, con aires de poeta.
Experto en interiores, tanto escenográficos como emocionales, Woody Allen define cada uno de los personajes de este melodrama. La secuencia en casa de Humpty y Ginny, junto a Caroline, es probablemente la mejor parte del guión. Ambiente opresivo y asfixiante.
La deslumbrante dirección de fotografía es de Vittorio Storaro, quien ya había trabajado con Allen en Café Society. Seguramente el cine recuerda sus primeros trabajos desde la década del 70 como El Ultimo Tango en París o Apocalypse Now, entre tantos otros multipremiados.
Los actores se destacan, casi todos en primeros planos, especialmente los de Kate Winstlet. La actriz británica, ganadora del Oscar por The Reader, compone todos los matices de la frustración, melancolía e insatisfacción concentrados en Ginny, una mesera cuarentona, con un apagado pasado artístico.
La rueda de la maravilla gira y cierra la historia, colocando a estas marionetas en manos del destino, que no siempre es de maravilla.