JUDY (2019)
Dirección: Rupert Goold
Decenas de biografías e incontables películas, presentaciones en televisión y shows en vivo coronaron de éxitos la carrera artística de Judy Garland como actriz, bailarina y cantante, dueña de una maravillosa voz.
Esta nueva biopic se centra en los últimos meses antes de su muerte, a los 47 años en 1969.
Alejada del público, en bancarrota y con una disputa legal con su ex marido Sidney Luft (Rufus Sewell), por la tenencia de los hijos de ambos, Lorna (Bella Ramsey) y Joe; Judy es invitada por el empresario Bernard Delfont (Michael Gambon) para dar una serie de conciertos en Londres, donde se asegura que la siguen adorando.
El deterioro de la salud de Judy es irreversible. Las adicciones, intentos de suicidio y desórdenes alimenticios son el preámbulo del irremediable final. Sin embargo, viaja desde Los Ángeles, se instala en un lujoso hotel y hasta logra casarse por quinta vez con Mickey Deans (Finn Wittrock) en un último y desesperado intento por encontrar la protección y el amor que siempre había buscado.
El film vuelve una y otra vez a su adolescencia, treinta años atrás, alcanzando el éxito con la película “El Mago de Oz” (Victor Fleming/1939) con tan sólo 17 años. La joven Judy ( Darcy Shaw) adora trabajar en Hollywood, pero es víctima de su tiránica madre, que le suministraba píldoras para dormir, despertarse y mantener el peso adecuado a una estrella de cine. Lejos está también el suceso del Carnegie Hall de 1961 o del London Palladium. Momentos cumbres de su vida adulta, que le valieron cuatro premios Grammy, el Álbum del Año y el premio a la mejor vocalista; pero que en “Judy” están tratados con superficialidad. La gran aclamación del público en estos conciertos, habrían equilibrado el retrato de Judy Garland, contrastando con su triste derrumbe puesto en pantalla.
La performance de Renée Zellweger tiene altibajos. Escenas conmovedoras, como la interpretación de “Somewhere Over the Rainbow”, tropiezan con otras en las que su timbre de voz y exagerados mohines, impiden que nos olvidemos de que estamos viendo a Renée, y no a Judy. No obstante Zellweger ha ganado por esta actuación el Globo de Oro al mejor rol femenino dramático en la reciente entrega del 5 de enero y es firme candidata al Oscar de la Academia.
La dirección de fotografía de Ole Bratt Birkeland recrea los radiantes planos de la escenografía de “El Mago de Oz”, cuando abre el film, matizados con claroscuros que acompañan las secuencias más dramáticas.
La película cierra con una cita de “El Mago de Oz”: “A heart is not judged by how much you love, but by how much you are loved by others”. Judy Garland recibió mucho amor, pero no fue suficiente.