EL IRLANDÉS (The Irishman) 2019
Dirección: Martin Scorsese
La última película de Martin Scorsese abre con un plano secuencia a través de una residencia de retiro, hasta que la cámara gira en torno a Frank Sheeran (Robert De Niro) que comienza a recordar, narrando en primera persona, un viaje en auto hasta Detroit, junto a su mentor, Russell Bufalino (Joe Pesci) y las esposas de ambos, Mary (Stephanie Kurtzuba) y Carrie (Kathrine Narducci). La excusa del viaje es la boda de la sobrina de Bufalino, pero en realidad debían cobrar varias sumas de dinero en el camino. Ese recorrido, en 1975, tendrá un desenlace insospechado. Este itinerario es el hilo que va uniendo las estampas de recuerdos, en diferentes décadas y que le dan coherencia narrativa al film.
Basada en el libro de Charles Brandt “I Heard You Paint Houses”, título que alude al eufemismo que usaba el crimen organizado cuando se trataba de dar algún mortal escarmiento a los traidores, pues la sumisión es la actitud fundamental en la estructura piramidal de las organizaciones mafiosas, y que claramente se percibe en los últimos minutos de la película. La pintura era la sangre que corría después de los disparos.
A lo largo de 209 minutos vemos cómo se conocen e interactúan entre sí los tres personajes claves, Frank Sheeran, un flemático veterano de guerra, convertido en sicario y luego en sindicalista, Russell Bufalino, un patriarca gangster, nacido en Sicilia, frío y controlado, y Jimmy Hoffa (Al Pacino), vehemente líder del sindicato de camioneros...la persona más importante del país, después del presidente. Robert De Niro, Joe Pesci y Al Pacino, consagrados maestros de la actuación, componen tres personalidades muy diferentes, con variados matices, donde se funde la violencia del crimen, con la ternura y protección de la vida familiar. La intensa conexión entre ellos, reviste de realismo la historia, con diálogos memorables. La magnífica escena del sabotaje a la flota de taxis en el puerto, descrita por Sheeran, a las órdenes de Hoffa, es el comienzo de una conversación, que se prolongará en el tiempo. Una novedosa técnica de rejuvenecimiento digital permitió que los mismos actores, pudieran interpretar los diferentes momentos de la línea temporal de la historia. La relación entre Sheeran, Bufalino y Hoffa da entrada a varios roles secundarios de jefes y sicarios. Scorsese tiene la precisión histórica de apuntar en pantalla, cómo, cuándo y dónde fueron ultimados estos rufianes
“El Irlandés” es una película sobre la intersección entre el crimen y la política. La historia de la mafia y la de Washington desfilan a lo largo del film con referencias a la CIA, a Fidel Castro (el deseo de derrocarlo para reabrir los casinos en la isla), el fracaso de Bahía de Cochinos (con la oculta provisión de armas) o el asesinato de Kennedy, aún sin resolver. Alcaldes, gangsters, sindicalistas, jueces y abogados se ven comprometidos en una enredada trama de poder, ambición y codicia, sin remordimiento alguno. El silencio y rechazo de Peggy (Anna Paquin), la hija mayor de Sheeran, será, sin duda la peor condena para él, que lo perseguirá hasta su muerte.
La dirección de fotografía del mexicano Rodrigo Prieto, pone la cámara en el lugar correcto y en el momento preciso, con perfecto encuadre y la edición de Thelma Shoonmaker imprime la multiplicidad de personajes y sucesos en un conjunto pictórico comprensible y coherente, casi como un mural.
Con “El Irlandés”, Scorsese cierra la trilogía acerca del crimen organizado, precedida por “Buenos Muchachos” (1990) y “Casino” (1995). Con menos agilidad y brillo que las anteriores, pero más abarcativa, “El Irlandés” abre conciencia sobre el credo de los sectores más indeseables de la sociedad.
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