EL REY (The King) 2019
Dirección: David Michôd
La asombrosa victoria de las tropas del rey de Inglaterra Enrique V, el día de San Crispín de 1415, se ha convertido en un paradigma de heroico patriotismo, desde que Shakespeare escribió las más bellas palabras, para narrar aquella hazaña.
En plena Segunda Guerra Mundial, Sir Laurence Olivier, dirigió y protagonizó la obra, en lo que hoy es todo un clásico. En 1989, el año de la caída del Muro de Berlín, Kenneth Branagh encarnó al joven rey, en una admirable versión cinematográfica del texto renacentista.
“The King” es una interpretación libre, con guión de David Michôd y del actor Joel Edgerton, quien en el film interpreta a Falstaff.
En plena Guerra de los Cien Años, los avances y retrocesos de los ejércitos de Francia e Inglaterra, por disputas dinásticas y territoriales, signaron la etapa más violenta de la Baja Edad Media. Ambas coronas tenían entre la nobleza enemigos internos, donde la lealtad y la traición se barajaban apostando la vida y las posesiones.
A lo largo de 140 minutos, la película narra los diferentes episodios de la vida de Enrique (Timothée Chalamet) desde sus desprejuiciadas aventuras juveniles, regadas con abundante alcohol, la muerte de su padre y posterior coronación, en 1413, con tan solo 26 años, hasta la milagrosa victoria en los campos de Azincourt, contra el Delfín de Francia (Robert Pattinson). Con mesura y sorpresiva madurez, Enrique decide tomar en serio su rol, haciendo frente a rebeliones internas y avanzando contra Francia. Con características de súper producción, diseño de arte, efectos visuales y lujoso vestuario, logra una acertada reconstrucción de época. Asimismo, las escenas de la recordada batalla, revelan las estrategias bélicas de la época. El uso de empalizadas defensivas contra la caballería francesa, que sucumbe a la lluvia de flechas y el asedio inglés por ambos flancos, sacando ventaja del obstáculo que provoca la pesada armadura de los soldados franceses.
La performance de Timothée Chalamet maneja variados matices. Con su expresiva mirada y el timbre de su voz, se muestra severo, conmovido y por momentos inflexible, ante los retos que le impone su rol, y la fotografía de Adam Arkapaw, saca luz de las sombras y de la blancura traslúcida de su piel.
“The King” habla de las pasiones humanas. Ira, soberbia y ambición desmedida, pero también amistad y lealtad, entre Enrique y Falstaff, quien advierte al monarca que “un rey no tiene amigos, sino adversarios o seguidores”. Enrique no abandonará este consejo.
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