JUROR #2 (2024)
Dirección: Clint Eastwood
Con más de sesenta años de trayectoria ininterrumpida en la industria cinematográfica, como actor, productor, guionista, director y compositor, Clint Eastwood no necesita presentación. Dueño de un porte envidiable, fascinó como actor en diferentes géneros, como westerns, thrillers o dramas. Como director se superó en sus cuarenta largometrajes, arrasando con las premiaciones como en “Million Dollar Baby” o “Mystic River” entre otros éxitos inolvidables. Ahora llega con “Juror #2”, un drama judicial que gira en torno a un dilema ético y en definitiva, al sentido de la dignidad humana.
El film abre cuando Justin Kemp (Nicholas Hoult) un escritor de Savannah, Georgia, recibe la citación para cumplir con su deber de jurado en una causa penal. De nada sirve tratar de evadir la pesada responsabilidad, argumentando que su esposa Allison (Zoey Deutch) está embarazada y necesita de sus cuidados. Finalmente, debe presentarse como el jurado número 2, entre un conjunto de ciudadanos comunes y muy diferentes, encargados de aplicar justicia.
El acusado es James Sythe (Gabriel Basso) por el crimen de su novia Kendall (Francesca Eastwood, la bella hija de Clint), luego de una violenta discusión de borrachera, a la salida de un bar de carretera, ante numerosos testigos. Él se declara inocente diciendo que luego de la pelea, cada uno se fue por su lado, él en su coche y ella, a los gritos, caminando por la ruta. A la mañana siguiente, el cuerpo de Kendall es encontrado, destrozado contra las rocas, al otro lado del guardarrail.
El guion de Jonathan Abrams reconstruye, en una serie flashbacks, los detalles de aquella noche, donde Justin también había estado en el mismo bar, luchando con la tentación, como alcohólico en recuperación, ante un vaso de whisky que nunca toma.
La fiscal Faith Killebrew (Toni Collette) no duda de la culpabilidad del acusado y se muestra expeditiva para cerrar el caso con un triunfo que la catapultará al cargo de fiscal de distrito, un codiciado ascenso en su carrera. El abogado defensor Eric Resnick (Chris Messina) confía en la inocencia de su defendido y trata de convencer al jurado para que lo exculpe. Pero nadie sabe mejor que Justin, que James Sythe es absolutamente inocente, apelando a sus recuerdos de esa fatídica noche, en un clima de suspenso de alto voltaje.
Con un tono sobrio el film se adentra en las deliberaciones de los miembros del jurado, cada uno con sus convicciones y prejuicios, en una gama de personajes tan dispares, a los que Justin trata de persuadir de la inocencia de James y así tranquilizar su conciencia, luego de consultar a su mentor Larry Lasker (Kiefer Sutherland), que también es abogado y padrino de su recuperación.
La dirección de fotografía de Yves Bélanger hace una trabajo de cámara minucioso, con tomas de diferentes ángulos de esa noche tormentosa, o planos nítidos que capturan la gestualidad de los personajes en la corte, en un clima agobiante, acompañado con el electrizante score de Mark Mansina.
El rostro de niño aplicado de Nicholas Hoult esconde más de lo que demuestra. Su lucha no será solamente con la bebida, sino con su conciencia, acerca de lo que verdaderamente ocurrió, y que podría cambiar el curso de su vida para siempre. El gran actor J.K. Simmons, esta vez en un rol secundario, como un detective retirado, miembro del jurado, tiene sus propias sospechas sobre cómo se manejó el caso, en un sistema judicial viciado.
Una vez más, el maestro Eastwood nos invita a reflexionar sobre la complejidad de la condición humana, en una película absolutamente recomendable.
Género: Drama. Duración: 117 minutos. En cines y en Max el 20/12.
Hebe Girardo
5/12/2024
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