“LA TRAGEDIA DE MACBETH” (The Tragedy of Macbeth) USA/2021
Dirección: Joel Coen
Magnífica adaptación de esta obra de Shakespeare, dirigida solamente por Joel Coen, sin la colaboración de su hermano Ethan, como es habitual en sus films.
Bravo, como director y también como guionista y editor, hábil conocedor del timing del cine, pues el original consta de cinco actos, y la película tiene precisos 105 minutos de duración.
Rodada en los estudios Warner Bros., la película tiene las características del film noir, estilo usado en Hollywood en las décadas del ‘40 y ‘50, en escenarios creados por Stefan Dechant y fotografía en blanco y negro de Bruno Delbonnel, quien ya había colaborado con los Coen en “La Balada de Buster Scruggs”. Claro que en este caso, es un neo noir, por la arquitectura atemporal de los escenarios, en los que se conjugan planos de definición casi geométrica y altamente austeros, envueltos en una densa niebla.
El marco perfecto para el intenso drama de codicia, cinismo, crimen y locura, escrito hace más de cuatrocientos años, pero que sigue deslumbrando cada vez que se pone en escena.
El excelente diseño de vestuario de María Zofrés se adecua con elegancia a este diseño de producción excepcional.
Los personajes operan con solvencia en estos fríos ambientes. El rey de Escocia, Duncan (Brendan Gleeson), sus hijos, Malcolm (Harry Melling) y Donalbain (Matt Helm), los generales del ejército del rey, Macbeth (Denzel Washington) y Banquo (Bertie Carvel), más los nobles de Escocia, Macduff (Corey Hawkins), Lennox (Miles Anderson) y otros señores leales. Macbeth y Banquo vuelven victoriosos de una batalla contra los rebeldes, cuando se encuentran con las tres brujas. Los artilugios de cámara y efectos visuales, logran que la única actriz (Kathryn Hunter) que las interpreta, se triplique como por arte de magia. La performance de Hunter, una actriz inglesa de 64 años, dedicada al “teatro físico”, impresiona con sus contorsiones y ofrece una de las escenas más escalofriantes del film.
Frances McDormand interpreta a Lady Macbeth y su entrada a escena, caminando a lo largo de un eterno corredor, leyendo una carta de su esposo, pronuncia con gravedad las palabras claves, refiriéndose a Macbeth, que desencadenará la tragedia “te agradaría ser grande, pues no careces de ambición; pero te falta el instinto del mal, que debe secundarla”. Ella es la instigadora más decidida del crimen, y a medida de que las cosas se le escapan de control, su semblante va descomponiéndose, en gestos y actitudes enfermizas. Chapeau, Frances!
Igualmente intenso en su arco dramático, Denzel Washington encarna a un Macbeth imponente, maduro y preso de sus propios fantasmas. También, como McDorman, recita sus líneas sin solemnidad, permitiendo al espectador compenetrarse en la trama, que puede resultar dificultosa, sobre todo para los más jóvenes, por tratarse de un texto renacentista. La perfidia de su rostro en la escena del crimen y sus arrebatos de ira, cortan el aliento.
El score pertenece al gran Carter Burwell, también colaborador de los Coen desde “Simplemente Sangre” (1985) y ganador del Oscar por la partitura de “Carol” (2015).
Nos gustó y la recomendamos.
Género: Drama. Duración: 105 minutos. Disponible en AppleTV
Hebe Girardo
18/01/2022
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